El verano suele asociarse a descanso, viajes y desconexión, pero para muchas madres, especialmente aquellas que están en el periodo perinatal o con bebés en casa, esta época puede estar marcada por el agotamiento, la soledad y una carga mental que muchas veces se invisibiliza. Si es tu caso, queremos que sepas que lo que sientes es mucho más habitual de lo que imaginas y, sobre todo, que existen formas de sobrellevarlo.
Desde nuestra experiencia acompañando a madres y familias, queremos ofrecerte información, recursos prácticos y, sobre todo, el mensaje de que pedir ayuda está bien. Tu salud mental merece ser cuidada, también (y especialmente) en verano.
Los Retos Específicos de la Maternidad en Verano
Cambios en la Rutina y el Impacto Emocional
El verano suele traer consigo un cambio profundo en las rutinas diarias. Los horarios de los niños se desajustan: las siestas pueden desaparecer, los despertares nocturnos aumentan por el calor, y las comidas fuera de casa se vuelven más habituales. Si eres madre reciente, quizás sientas que tu propio descanso es casi inexistente.
¿Por qué esto afecta tanto?
Los bebés y niños pequeños dependen mucho de la estructura diaria. Cuando esa estructura se rompe, su irritabilidad puede aumentar, lo que se traduce en más demanda para ti. Si además sumamos el calor, el cansancio acumulado y la sensación de “tener que aprovechar el verano”, el cóctel de emociones puede ser intenso.
Desajustes en horarios y rutinas de sueño
En verano, el día es más largo y el ambiente invita a trasnochar o salir más. Pero para los bebés, estos cambios pueden traducirse en despertares frecuentes, dificultad para dormir siestas o incluso regresiones en el sueño. Esto puede generarte más agotamiento físico y emocional, especialmente si sientes que no descansas nunca.
Un truco: intenta, en la medida de lo posible, mantener una pequeña rutina antes de dormir, aunque sea diferente a la del resto del año (un baño templado, un cuento, un momento de calma…). A veces, pequeños gestos ayudan a que el cuerpo y la mente del bebé (¡y la tuya!) se relajen.
Ausencia de apoyos habituales
Durante el año, muchas madres cuentan con la ayuda de familiares, la escuela infantil, o grupos de crianza para apoyarse, aunque sea unas horas a la semana. En verano, estos recursos desaparecen o se reducen drásticamente, y la sensación de “tener que poder con todo” puede resultar abrumadora.
La falta de red de apoyo es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de problemas de salud mental en el posparto y la crianza temprana. Por eso, es fundamental identificar estas emociones y pedir ayuda antes de que se intensifiquen.
Sobrecarga Mental y Emocional
El mito del verano como tiempo de desconexión y alegría puede jugar en contra de las madres. La presión de organizar, planificar y cumplir con las expectativas (propias y ajenas) puede llevarte a una autoexigencia poco realista.
Expectativas poco realistas y autoexigencia
Seguro que has visto en redes sociales imágenes de familias felices en la playa, madres sonrientes con bebés en brazos, planes perfectos y casas impecables. Pero la realidad suele ser muy distinta: rabietas bajo el sol, noches en vela, discusiones familiares y momentos de soledad.
Compararte con esas imágenes puede hacerte sentir que no llegas a todo o que “lo estás haciendo mal”.
Recuerda: la maternidad real es imperfecta. Ajustar las expectativas y aceptar que no todo saldrá como planeaste es un primer paso para reducir la autoexigencia y la frustración.
Dificultad para encontrar espacios de autocuidado
En verano, la convivencia suele ser más intensa: más tiempo en casa, más hijos a cargo, menos apoyos y menos oportunidades para delegar. Quizá te preguntes: ¿dónde queda mi espacio personal?
Aunque no siempre es fácil, buscar microespacios de autocuidado es clave. No hace falta que sean grandes gestos: una ducha en silencio, un rato de lectura, un paseo corto a solas, o simplemente respirar profundamente y conectar contigo misma unos minutos.
Recuerda: cuidarte a ti es la mejor manera de cuidar a tu familia.
Claves para Cuidar tu Salud Mental Materna en Verano
Normaliza tus emociones
Es normal sentirte desbordada, cansada, triste o irritable en algunos momentos, sobre todo cuando la maternidad y el verano se cruzan. Validar estas emociones es el primer paso para gestionarlas. No te juzgues por sentir lo que sientes; la maternidad está llena de luces y sombras.
Habla de tus emociones con alguien de confianza: una amiga, tu pareja, otra madre, un profesional… Expresar cómo te sientes ayuda a relativizar y, muchas veces, a sentirte menos sola.
Ajusta tus expectativas
No necesitas ser la madre perfecta ni vivir el verano de revista. Piensa qué es realmente importante para ti y tu familia: quizás sea estar juntos, descansar, o simplemente sobrevivir a la ola de calor sin grandes planes. Permítete renunciar a lo accesorio y céntrate en lo esencial.
Recuerda: el verano puede ser un tiempo de adaptación, de bajar el ritmo y de soltar la culpa por no cumplir expectativas externas.
Busca pequeños espacios de autocuidado
El autocuidado no siempre implica grandes momentos de soledad o planes elaborados. A veces, se trata de aprovechar cinco minutos de calma, pedir ayuda para ducharte tranquila o darte permiso para ver una serie mientras das el pecho.
Algunas ideas de autocuidado realista en verano:
- Refrescarte los pies en una palangana con agua fría mientras tu bebé juega cerca.
- Pedir a tu pareja o a un familiar que te releve para salir a caminar.
- Prepararte una bebida fresca y disfrutarla mientras miras por la ventana.
- Escribir tus pensamientos en un cuaderno.
Mantén el contacto social (aunque sea a distancia)
La sensación de aislamiento es uno de los grandes enemigos de la salud mental materna. Aunque el verano puede dificultar los encuentros presenciales, busca alternativas: mensajes de audio, videollamadas, grupos online de apoyo a la maternidad…
Hablar con otras madres en tu misma situación no solo alivia, sino que también ayuda a normalizar los sentimientos y a compartir trucos y estrategias.
Pide ayuda si la necesitas
Pedir ayuda es un acto de amor propio y de responsabilidad, nunca de debilidad. Si sientes que el malestar se prolonga o intensifica, o si tienes la sensación de que “no puedes más”, busca apoyo profesional. Existen psicólogas especializadas en maternidad, y muchas veces una sola consulta puede marcar la diferencia.
Estrategias Prácticas para el Día a Día
Organización flexible
Intenta planificar actividades, pero acepta que con bebés y niños pequeños la flexibilidad es clave. Si algo no sale según lo planeado, no pasa nada. La improvisación y la adaptabilidad serán tus grandes aliadas este verano.
Crea rutinas sencillas y poco exigentes. Un ejemplo: “por las mañanas, jugamos en casa fresquitos; después, salimos un rato si no hace mucho calor”. Así todos sabéis más o menos qué esperar, pero sin rigidez.
Cuida el sueño (todo lo posible)
El sueño es una de las mayores preocupaciones en la maternidad y, en verano, puede verse afectado. Busca trucos para favorecer el descanso de todos: ventila la habitación, baja persianas durante el día para evitar el calor, utiliza pijamas de algodón, y mantén la habitación lo más oscura y fresca posible.
Y, sobre todo, aprovecha las siestas o los ratos de calma de tu bebé para descansar tú también, en vez de sentir la obligación de aprovechar ese tiempo para tareas pendientes.
Protege tu espacio emocional en familia
Comunica tus necesidades y emociones a tu pareja o familiares. Reparte tareas y responsabilidades, y no temas pedir lo que necesitas, aunque creas que “deberías poder con todo”. Expresa claramente cómo te sientes: a veces, quienes te rodean no saben lo que te pasa hasta que lo nombras.
Si tienes pareja, utiliza el verano como una oportunidad para fortalecer la comunicación y el trabajo en equipo.
Recurre a recursos de apoyo online
Existen grupos de apoyo virtuales, redes sociales y talleres online donde compartir experiencias, dudas y emociones. Muchos ayuntamientos y asociaciones ofrecen charlas gratuitas, encuentros virtuales y foros de apoyo a la maternidad.
Participar en estas redes, aunque sea de manera puntual, puede ayudarte a sentirte acompañada y comprendida.
Preguntas Frecuentes sobre Salud Mental Materna en Verano
Sí, es absolutamente normal. Los cambios de rutina, el calor, la falta de apoyos y la presión social para “disfrutar” pueden incrementar la sensación de ansiedad, tristeza o soledad. Recuerda que no eres la única y que, si lo necesitas, puedes pedir ayuda profesional.
La culpa materna es muy frecuente, sobre todo cuando creemos que “deberíamos” disfrutar siempre. Date permiso para no estar perfecta y háblalo con otras madres o profesionales. La maternidad real es imperfecta y basta con hacerlo lo mejor posible en cada momento.
Busca pequeñas redes de apoyo: otras madres en tu situación, amistades, grupos online o recursos municipales (ludotecas, talleres, espacios familiares). No dudes en pedir ayuda y, si te sientes muy desbordada, acude a un profesional de la salud mental.
Sí: tristeza intensa o continua, irritabilidad que no desaparece, dificultad para disfrutar, insomnio persistente, pensamientos negativos o recurrentes, sensación de soledad profunda, o pérdida de interés por cosas que antes te gustaban. Si te reconoces en alguno de estos síntomas, pide apoyo cuanto antes.
Sí. La terapia online es una excelente opción para madres, especialmente en verano o cuando la movilidad es complicada. Permite adaptar los horarios y mantener el apoyo psicológico estés donde estés.
Conclusión sobre Salud Mental Materna en Verano
La maternidad en verano puede ser tan desafiante como cualquier otra época del año, o incluso más. Si sientes que necesitas apoyo, acompañamiento o simplemente un espacio para desahogarte y poner palabras a lo que te ocurre, en El Nido y El Vuelo te ofrecemos la posibilidad de reservar una primera consulta gratuita. Recuerda que tu salud mental importa y que pedir ayuda es el primer paso para cuidarte a ti y, por tanto, también a tu familia.
¿Te gustaría conocernos mejor o resolver alguna duda sobre nuestros servicios? Ponte en contacto con nosotros y da el primer paso para sentirte acompañada.